Hola, me llamo Juan Carlos Pérez, nací el 7 de Octubre de 1967 en El Viso del Alcor, Sevilla, desde mi infancia estuve rodeado de animales y plantas, aunque mi casa estuviera en el pueblo teníamos un gran corral donde mi Padre criaba conejos, gallinas, pavos, perdices, codornices e incluso cerdos entre otros animales, el corral era tan grande que incluso tenía un gran huerto donde no faltaban tomates, lechuga, cebollas, etc. al mismo tiempo mi Madre tenía u enorme patio donde cuidaba un infinidad de flores y plantas preciosas, los recuerdos que tengo son inolvidables y gracias a ellos soy un amante de la Naturaleza.

En el año 1988 me casé con Carmen, mi compañera hasta estos días y por suerte una amante de la Naturaleza que siempre me apoyó en mi afición por los animales y plantas, sobre el año 2000 decidimos mudarnos a vivir en una casa que pudimos construir el campo, fue entonces cuando pude poner en práctica está afición que desde pequeño tenía ilusión por ejercer, al principio criaba conejos, codornices, patos, pájaros tropicales y unas 18 razas de gallinas, entre ellas la Sedosa del Japón que desde el principio me fascinaron por su belleza, nobleza y dotes como nodrizas para incubar los huevos de cualquier raza, pero fue pasando el tiempo y cada vez me gustaban más, tanto que empecé a indagar para conseguir ejemplares de buena calidad.

Tuve la suerte de contactar con Ramón Amenos, un amante de las aves, fundador de la Asociación de Aves El Francolí, organizaba las ferias internacionales de aves que hacían de Valls un punto de encuentro de criadores y expertos, también fue el fundador de la publicación Arte Avícola, una revista con difusión de alcance mundial, de hecho, participaba en un gran número de conferencias, congresos y seminarios tanto en el ámbito nacional como en el internacional, entre otras cosas. Una bella persona que me explicó detalles de estas gallinas que me motivaron aún más para decidir quedarme solo con la cría de Sedosas, después de visitar la anteriormente mencionada exposición de Vals y mantener con el una afectuosa conversación, quede con el en que me enviaría una pareja de sus Sedosas, al cabo de unos meses me llegó una caja con una preciosa pareja de Sedosas del Japón negra con el estándar perfecto, desde ése momento hasta hoy no he parado de buscar siempre los mejores ejemplares.